La temida visita al Odontólogo

Los niños y las niñas pueden desarrollar cierto temor al odontólogo (que incluso puede derivar en una fobia, con altos montos de ansiedad y malestar), por varias razones.

Este miedo, variable en intensidad, podría ser una conducta aprendida de los padres. Por eso, es importante que mamá y papá empiecen por analizar y controlar sus propias creencias al respecto, y las emociones derivadas de ellas.
Uno de los principales retos de la Odontopediatría es crear un triángulo de confianza entre el niño, los padres y el odontopediatra, tomando en cuenta que es el propio paciente –sin importar su edad– quien valorará al profesional; de ahí que resulte indispensable que la primera cita sea agradable y cuide todos los detalles para favorecer la confianza del niño.

Los padres deben tener en mente la importancia de su colaboración en el tratamiento de sus hijos. Ellos son los responsables de que estos adquieran hábitos correctos y tempranos de higiene bucodental.

El miedo al odontólogo puede surgir o estar reforzado por el temor a un tratamiento doloroso, o por el rechazo a los sonidos y olores que se pueden presentar en la consulta dental. Todo esto puede causar a los más pequeños una sensación de angustia y alerta ante algo que se imagina amenazante.

Estos son algunos consejos para preparar a sus hijos para la primera visita al odontólogo:
  1. Dé el ejemplo: Llévelos con usted cuando le van a hacer una revisión, para que miren su comportamiento y comprendan que no hay nada que temer.
  2. No los amenace con llevarles al odontólogo: Es importante evitar comentarios negativos o advertencias que planteen la visita como un castigo, como por ejemplo: “no comas más dulces o tendrás que ir al odontólogo” o “si no te lavas los dientes, te los van a tener que sacar todos”.
  3. Programe consultas periódicas: La regularidad favorecerá que sus hijos se familiaricen con el ambiente, y mantengan una relación amable y cercana con el profesional. Es ideal trabajar desde la prevención, generando experiencias positivas, tranquilas y relajadas.
  4. Elija un buen dentista infantil: El odontopediatra sabe cómo manejar técnicas de conducta y control de las emociones.
  5. Hable en casa sobre la importancia de cuidar los dientes: Brinde explicaciones calmadas, con palabras sencillas, mientras realizan juntos su higiene oral. Los niños y niñas están aprendiendo permanentemente y son muy adeptos a la imitación.
  6. Coménteles que el odontólogo es su amigo: Es importante contarles que la tarea de cuidar los dientes es importante y que el odontólogo nos ayuda a cumplirla bien. Con palabras adecuadas, el propio odontólogo explicará y mostrará cómo realiza su trabajo, para responder a cualquier duda y evitar ideas equivocadas.
  7. Acompáñelos en todo momento: Sobre todo en la primera visita, es importante no apartarse del niño o niña, pues se trata de un ambiente desconocido, que amerita apoyo y seguridad.
La conexión y el trabajo conjunto entre el profesional y los padres generarán un nexo de confianza con altas probabilidades de garantizar una experiencia positiva, que incluso podría favorecer la superación de recuerdos desagradables.
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Verónica Suárez
Verónica Suárez
Odontopediatra, directora del equipo de odontólogos de MioDENT Clínica Odontológica.